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Tengo hambre todo el día y estoy lactando: lo que tu cuerpo quiere decirte

Hambre en la lactancia-Dra. Paola Sánchez- Médica experta en Pérdida de Peso

¿Te pasa que desde que estás lactando sientes hambre casi todo el tiempo? ¿Esa sensación constante de querer comer, incluso después de haberlo hecho? Si es así, quiero decirte algo que muchas veces no escuchamos lo suficiente: no es tu imaginación, y no es que estés comiendo “de más”. Lo que estás sintiendo es completamente real y tiene una razón médica y emocional de fondo.

Desde mi experiencia como médica especializada en pérdida de peso, he acompañado a muchas mujeres que se sienten culpables, confundidas o incluso frustradas por esta situación. Pero quiero que sepas esto con claridad: tu cuerpo está respondiendo de forma sabia a una etapa profundamente demandante.

Tabla de contenido

En el equipo del Método 4Pro no estás sola. Contamos con profesionales altamente capacitados y con experiencia real en acompañar a mujeres en etapa de lactancia. Una de nuestras aliadas fundamentales es la Dra. Lina Robayo, especialista en Pediatría, con un máster en Nutrición y una especialidad en Lactancia Materna. Su enfoque integral, que une ciencia, experiencia clínica y empatía, nos permite ofrecer un acompañamiento aún más completo.

En el siguiente video, la Dra. Robayo nos habla sobre el hambre en la lactancia , explicando desde su experiencia por qué muchas mujeres sienten hambre constante durante la lactancia y cómo podemos abordarlo sin poner en riesgo ni la lactancia ni el bienestar físico y emocional de la madre.

La ciencia detrás del apetito aumentado en la lactancia

Durante la lactancia, tu cuerpo está haciendo algo extraordinario: produciendo leche para nutrir a tu bebé, y eso requiere una gran cantidad de energía. Esta demanda extra de calorías es uno de los principales factores que explican por qué muchas mujeres sienten un hambre en la lactancia que llega a parecer incontrolable.

Pero hay algo más: la prolactina, una hormona clave en la producción de leche, también tiene un efecto directo sobre tu apetito. A medida que esta hormona se eleva, también puede aumentar tu sensación de hambre, como una forma de asegurar que tu cuerpo reciba los nutrientes que necesita para seguir produciendo leche de calidad.

No es solo física: el impacto del estrés y el agotamiento

Además de los cambios hormonales, el cansancio acumulado, las noches sin dormir, el estrés emocional y la falta de tiempo para ti también influyen directamente en tu apetito. Todo esto puede aumentar la ansiedad por comer, generar atracones o hacer que pierdas conexión con las señales reales de hambre y saciedad.

En esta etapa, no se trata simplemente de tener fuerza de voluntad. Se trata de reconocer que tu cuerpo está haciendo un trabajo maravilloso y necesita apoyo, no castigo.

El Método 4Pro: una guía integral para tu bienestar

Para ayudarte a transitar esta etapa de forma saludable y sin culpa, he desarrollado junto a mi equipo el Método 4Pro, un enfoque integral que trabaja en cuatro pilares fundamentales:

  • Alimentación balanceada
  • Regulación hormonal
  • Salud emocional
  • Movimiento consciente

Este método no es una dieta estricta ni un programa restrictivo. Es una forma realista, humana y científica de entender lo que estás viviendo, manejar el hambre en la lactancia de forma consciente y recuperar tu bienestar sin comprometer tu lactancia.

Tu cuerpo está haciendo algo increíble (y por eso pide más energía)

Hambre en la lactancia-Dra. Paola Sánchez- Médica experta en Pérdida de Peso

Quiero que lo tengas muy claro: dar de lactar no es un acto pasivo ni automático. Tu cuerpo está trabajando intensamente todos los días para producir leche materna, y ese proceso consume una gran cantidad de energía. De hecho, se estima que una mujer lactante puede gastar entre 450 y 500 calorías adicionales al día solo por el hecho de alimentar a su bebé.

Y este gasto no solo ocurre cuando estás sentada amamantando; ocurre también mientras duermes (o intentas dormir), mientras cocinas, mientras caminas. Tu cuerpo está activo constantemente para cumplir con esta función vital, incluso cuando tú sientes que no estás haciendo “nada”.

Por eso es completamente lógico que sientas más hambre. El hambre en la lactancia no es un error de tu cuerpo, es un reflejo de todo lo que estás entregando. Es una respuesta biológica perfectamente programada para asegurar que tengas la energía necesaria para continuar con esta función tan demandante.

Comer más no es un fallo, es una necesidad

En consulta, muchas mujeres me preguntan con culpa: “¿Es normal tener tanta hambre?” Y mi respuesta siempre es la misma: sí, es normal y necesario. Pero aquí está la clave: no se trata de comer más por ansiedad, sino de comer mejor por nutrición.

En el Método 4Pro trabajamos desde este principio: nutrir en lugar de restringir. Alimentarte bien durante la lactancia no es solo importante para ti, sino también para tu bebé. Necesitas macronutrientes de calidad, alimentos ricos en hierro, calcio, proteínas y grasas saludables. No para bajar de peso de inmediato, sino para sostener el ritmo que tu cuerpo lleva, evitar carencias nutricionales, y estabilizar progresivamente tus señales de hambre y saciedad.

Así que no, no estás fallando por tener más hambre. Estás viviendo un proceso fisiológico maravilloso y exigente, que necesita una respuesta amorosa y profesional, no juicios ni dietas drásticas.

La prolactina y la razón biológica de tu apetito aumentado

Uno de los cambios hormonales más importantes que ocurren durante la lactancia es el aumento de una hormona llamada prolactina. Esta sustancia es la encargada de estimular y mantener la producción de leche materna. Pero su función no termina allí.

La prolactina también actúa sobre el centro regulador del apetito en el cerebro. Esto significa que, mientras más prolactina produzca tu cuerpo para alimentar a tu bebé, más probable es que experimentes una mayor sensación de hambre.

Y no es un error. Es una estrategia biológica perfectamente diseñada para protegerte. Tu cuerpo sabe que necesita más energía para sostener la lactancia, y utiliza el hambre como una señal para que comas y repongas lo que estás entregando.

¿Por qué esa hambre se siente tan intensa?

Muchas mujeres que acompaño me dicen que sienten hambre en la lactancia que parece constante, incluso abrumadora. Esto tiene sentido si entendemos que la prolactina no trabaja sola. Durante esta etapa, también hay otros factores que amplifican la percepción del hambre, como:

Todo este contexto hormonal y emocional hace que el apetito se vuelva más difícil de interpretar y de manejar si no lo abordamos de manera integral.

Tu cuerpo no está fallando, está funcionando

Una de las cosas más importantes que quiero que recuerdes es esto: tu cuerpo no se está descontrolando, está funcionando como debe. Sentir hambre no es señal de debilidad, sino de inteligencia biológica.

La clave está en entender qué hay detrás de esa hambre, y desde ahí, ofrecer a tu cuerpo lo que realmente necesita: nutrición, equilibrio, descanso y contención emocional.

Por eso, desde el Método 4Pro, trabajamos no solo la parte nutricional, sino también la regulación hormonal y la salud emocional, porque entendemos que no se trata solo de “comer mejor”, sino de comprender y cuidar el cuerpo que hoy está dando vida.

Hambre en la lactancia no es debilidad, es una señal de sabiduría corporal

Si algo he aprendido a lo largo de los años acompañando a mujeres en el posparto, es que muchas veces interpretamos el hambre como una señal de debilidad. Pero en realidad, el cuerpo es sabio y habla con claridad cuando necesita algo. Y durante la lactancia, esa necesidad es muy clara: energía, nutrientes, descanso, y en muchos casos, también contención emocional.

Sentir hambre en la lactancia no es un fracaso ni una falta de autocontrol. Es el reflejo de un cuerpo que está cumpliendo una función biológica compleja y demandante. Tu organismo está priorizando la producción de leche, y para lograrlo, activa todas sus señales de alerta para garantizar que no te falte lo esencial.

Aceptar esta realidad no solo alivia la culpa, sino que te permite reconectarte con tu cuerpo desde el respeto, no desde el juicio.

¿Cómo saber si lo que sientes es hambre física o emocional?

Una de las claves para manejar bien esta etapa es aprender a diferenciar qué tipo de hambre estás sintiendo. No porque una sea “buena” y la otra “mala”, sino porque entenderlas te da libertad para tomar decisiones más conscientes.

Característica Hambre física Hambre emocional
Forma de aparición Aparece de forma progresiva Suele aparecer de golpe
Sensación corporal Se siente en el estómago, como vacío o retortijón No siempre se siente en el estómago; está más ligada a estados emocionales
Tipo de alimento que la calma Puede calmarse con cualquier alimento nutritivo Tiende a buscar alimentos muy específicos (dulces, pan, snacks salados)
Respuesta después de comer Llega una sensación de saciedad natural Puede persistir incluso después de haber comido y suele ir acompañada de culpa

Ambas son reales. Ambas tienen algo que decirte. La diferencia está en cómo las gestionas y desde qué lugar eliges responder.

Escucharte con amabilidad: el primer paso del autocuidado

Reconocer tu hambre, sin juzgarla ni tratar de silenciarla a la fuerza, es un acto de autocuidado. Muchas veces creemos que debemos resistirnos a comer para “recuperar el control”, cuando en realidad el control viene de entender qué estás sintiendo y por qué.

En el Método 4Pro trabajamos precisamente en eso: en que puedas recuperar la confianza en tu cuerpo, reencontrarte con tus señales internas y responder con conciencia. Porque cuando entiendes tu hambre, dejas de pelear con ella… y empiezas a cuidarte de verdad.

Llevar tu lactancia y sobre todo tu etapa de mamá es posible. Te mostramos como hacerlo con un equipo multidisciplinario. 

¿Cómo manejar la ansiedad por comer durante la lactancia sin caer en dietas estrictas?

Durante la lactancia, es muy común que la ansiedad por comer se intensifique. Y esto no ocurre solo por hambre fisiológica: también es el resultado de un cóctel emocional, hormonal y físico que desgasta.

Lo que no necesitas en este momento y quiero decirlo con total claridad es una dieta estricta que te ponga más presión. El hambre en la lactancia no se resuelve con prohibiciones ni con culpa. Se gestiona con conciencia, acompañamiento y, sobre todo, con estrategias que respeten tu realidad.

Por eso creé el Método 4Pro, una propuesta integral que he desarrollado con mi equipo para ayudar a mujeres como tú a recuperar el equilibrio, sin dejar de lado su bienestar ni el vínculo con su bebé.

El Método 4Pro: mucho más que un plan de alimentación

Este método trabaja sobre cuatro pilares fundamentales, que se complementan entre sí para ayudarte a regular tu apetito, reconectar con tu cuerpo y sostener tu proceso de lactancia sin caer en extremos.

Pilar del Método 4Pro Descripción
1. Alimentación balanceada
Nutrirte sin restringirte
No creemos en contar calorías ni eliminar grupos de alimentos. Enseñamos a construir platos completos, nutritivos y saciantes que estabilicen tu glucosa y reduzcan los picos de hambre. Nos adaptamos a tu ritmo, tu energía y tu realidad. Comer bien debe ser posible, no perfecto.
2. Regulación hormonal
El eje silencioso del apetito
Durante la lactancia, hormonas como la prolactina, el cortisol y la insulina pueden alterar la saciedad. Trabajamos con nutrición, descanso y ajustes personalizados para ayudarte a autorregular tu cuerpo de forma natural.
3. Salud emocional
Comer también es sentir
No se puede hablar de hambre en la lactancia sin hablar de emociones. Cansancio, soledad y presión externa influyen en cómo comes. Te damos herramientas para canalizar esas emociones y responder desde la conciencia, no desde la culpa.
4. Movimiento consciente
Activarte sin agotarte
Fomentamos el movimiento como una forma de reconexión, no como castigo. Caminatas, estiramientos, yoga posparto… pequeños gestos que mejoran tu estado de ánimo, tu energía y tu relación con tu cuerpo.

Un enfoque diseñado para tu realidad

Dra. Paola Sánchez | Método 4Pro

Nada de esto está pensado para que encajes en un molde o para que bajes de peso en un tiempo determinado. Está diseñado para que te sientas bien en tu cuerpo, recuperes la confianza en ti misma y vivas la lactancia como lo que es: un acto de amor que también merece sostén.

No estás sola. Tu hambre tiene sentido. Y tu bienestar también importa.

Comer sin culpa: Ideas prácticas para cuando el hambre no da tregua

Muchas mujeres me preguntan si está bien comer entre comidas mientras están lactando. Y la respuesta es sí, absolutamente. Si estás bien alimentada, vas a tener más energía, mejor estado de ánimo y mayor estabilidad emocional. La clave no es dejar de comer, sino aprender a comer con conciencia y propósito.

El hambre en la lactancia no se calma con culpa ni con prohibiciones. Se calma con alimentos reales, accesibles, y que verdaderamente nutran.

Opciones de snacks saludables que te sostienen

Aquí te comparto algunas ideas simples que recomiendo con frecuencia en consulta:

  • Frutas frescas + semillas (como manzana con nueces o pera con chía)
  • Yogur natural con avena y frutas (sin azúcar añadido)
  • Pan integral con aguacate y un toque de aceite de oliva
  • Hummus con zanahorias o palitos de pepino
  • Tortilla de huevo con espinaca o tomate cherry
  • Batidos caseros con proteína vegetal, leche vegetal o de vaca, y una fruta

Estos alimentos no solo son nutritivos y fáciles de preparar, también ayudan a estabilizar tus niveles de azúcar en sangre y prolongan la saciedad.

Estrategias para anticiparte al hambre sin sobrecargarte

Una de las mejores formas de evitar los atracones o la ansiedad por comer es anticiparte al hambre. Aquí algunas estrategias simples que trabajamos en el Método 4Pro:

  • Ten siempre snacks saludables listos y visibles.
  • No saltes comidas: eso solo hace que llegues con más ansiedad a la siguiente.
  • Bebe agua con frecuencia, pero no reemplaces el hambre con líquido.
  • Si sabes que tu día será muy demandante, planifica al menos dos momentos de alimentación consciente.
  • Escucha a tu cuerpo: no todos los días tendrás la misma necesidad.

Y, sobre todo, come sin culpa. Si estás alimentando a otro ser humano desde tu cuerpo, tú también necesitas ser nutrida, respetada y cuidada.

Acompañamiento profesional: No tienes que pasar por esto sola

La lactancia, el posparto y los cambios hormonales no son solo procesos fisiológicos. Son momentos de transformación profunda. Por eso, acompañarte profesionalmente en este momento no es un lujo, es un acto de autocuidado.

En mi consulta, y junto a mi equipo, no solo trabajamos con planes nutricionales o rutinas. Te escuchamos, entendemos tu contexto, tus emociones, tus necesidades reales, y diseñamos un acompañamiento que se adapta a ti.

¿Qué incluye nuestro acompañamiento?

El acompañamiento con nuestro equipo está pensado para que no te sientas sola en este proceso. Incluye:

  • Evaluación completa de tu historia clínica y tu estado actual
  • Guía nutricional adaptada a tu etapa y estilo de vida
  • Recomendaciones personalizadas para regular tu hambre en la lactancia
  • Estrategias emocionales y de autocuidado para manejar la ansiedad
  • Educación y empoderamiento para que aprendas a conocer tu cuerpo
  • Seguimiento cercano y humano: no eres un número, eres una mujer real

¿Por qué confiar en la Dra. Paola Sánchez? Una guía experta y humana

Soy médica especializada en pérdida de peso, y desde hace años acompaño a mujeres que atraviesan etapas tan intensas como el posparto y la lactancia. Durante este tiempo, he visto cómo el hambre en la lactancia genera culpa, confusión y mucha desinformación. Por eso, mi enfoque va más allá de una dieta o un número en la balanza.

Junto a mi equipo, integramos medicina, nutrición y salud emocional para ofrecer soluciones reales, respetuosas y sostenibles. Escuchamos tu historia, entendemos tu ritmo, y diseñamos contigo un camino que te permita cuidarte sin dejar de cuidar.

Con el Método 4Pro no solo te damos un plan, te damos contención, claridad y soluciones reales.

Dra. Paola Sánchez | Método 4Pro

Preguntas frecuentes sobre el hambre en la lactancia

¿Es normal sentir hambre todo el tiempo durante la lactancia?

Sí, es completamente normal. La producción de leche requiere un gasto energético importante, y tu cuerpo necesita más calorías para sostener esa función. Además, la hormona prolactina, que estimula la producción de leche, también puede aumentar el apetito. Sentir hambre en la lactancia no es un signo de debilidad, es una respuesta natural de tu cuerpo.

Ambas. Puedes sentir hambre real, física, porque tu cuerpo necesita más energía. Pero también es común que aparezca hambre emocional causada por el estrés, el cansancio o los cambios hormonales. Aprender a distinguirlas es clave para responder de forma adecuada sin caer en la culpa ni en la restricción.

Los alimentos reales, naturales y ricos en nutrientes son los mejores aliados. Recomiendo incluir:

  • Proteínas (huevo, pescado, legumbres)
  • Grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, frutos secos)
  • Carbohidratos complejos (avena, arroz integral, frutas)
    Estos ayudan a prolongar la saciedad y a estabilizar los niveles de energía, reduciendo la ansiedad.

No. Las dietas estrictas pueden afectar tu producción de leche, tu estado emocional y tu relación con la comida. En lugar de eso, trabajamos con un enfoque de alimentación balanceada y consciente, que te permita nutrirte adecuadamente sin poner en riesgo tu salud ni la de tu bebé.

Una guía sencilla:

  • Hambre física: aparece gradualmente, se siente en el estómago y se calma al comer.
  • Hambre emocional: aparece de golpe, se relaciona con estados de ánimo y suele pedir alimentos específicos.
    Ambas son válidas, pero necesitan respuestas distintas.

Sí. En la mayoría de los casos, la ansiedad por comer se puede manejar con herramientas como alimentación adecuada, regulación hormonal, técnicas de manejo emocional y movimiento consciente. En el Método 4Pro abordamos cada uno de estos aspectos de manera personalizada.

En promedio, entre 450 y 500 calorías adicionales por día, aunque esto puede variar según tu nivel de actividad, metabolismo y etapa de la lactancia. Lo más importante es priorizar la calidad de los alimentos más que el conteo estricto de calorías.

Sí, es posible. Con un plan nutricional bien diseñado, que respete tus necesidades energéticas y hormonales, se puede lograr una pérdida de peso progresiva y saludable sin afectar la lactancia. Por eso es clave contar con un acompañamiento profesional.

Cuando identificas que se trata de hambre emocional, puedes probar estrategias como:

  • Respirar profundamente y esperar unos minutos
  • Tomar agua o una infusión caliente
  • Escribir lo que estás sintiendo
  • Hacer una pausa consciente o moverte suavemente
    Estas acciones te ayudan a reconectar contigo antes de decidir si realmente necesitas comer.

Porque cada cuerpo, cada etapa y cada emoción son distintas. Un acompañamiento profesional como el que ofrecemos en nuestro equipo te brinda claridad, soporte y herramientas reales para atravesar esta etapa con bienestar. No se trata solo de un plan de alimentación, sino de entender lo que estás viviendo y sentirte acompañada en el proceso.

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