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Hormonas post parto: cómo cambian y qué hacer si no se regulan

Hormonas post parto explicadas por una médica funcional - Dra. Paola Sánchez y Dra. Adriana Aguirre

¿Te has sentido emocionalmente abrumada, cansada sin razón o con hambre constante después de tener a tu bebé? Estos síntomas no son casuales: están profundamente relacionados con los cambios hormonales que ocurren en la mujer después del parto. En este blog vamos a hablar de las hormonas post parto, por qué se desajustan, cómo impactan tu cuerpo y tus emociones, y qué puedes hacer para recuperar el equilibrio.

Para abordar este tema tan importante, he invitado nuevamente a mi colega y amiga, la Dra. Adriana Aguirre, médica funcional y parte de nuestro equipo multidisciplinario en Global Obesity Group. Adriana ha acompañado a muchas mujeres en su camino de recuperación posparto y hoy nos explicará, desde un enfoque funcional y compasivo, cómo entender lo que está pasando en tu cuerpo y por qué cuidarte es una forma poderosa de cuidar también a tu bebé.

Tabla de contenido

¿Qué cambios hormonales ocurren durante el parto y después?

El posparto es una de las etapas con mayores fluctuaciones hormonales en la vida de una mujer. Durante el embarazo, tu cuerpo mantiene niveles elevados de hormonas como el estrógeno y la progesterona. Sin embargo, justo después del parto —ya sea vaginal o por cesárea— se produce un descenso abrupto de estas hormonas, lo que desencadena una serie de síntomas físicos y emocionales.

Además, tu cuerpo empieza a elevar otras hormonas esenciales para esta nueva etapa, como la prolactina, responsable de la producción de leche materna, y la oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que fortalece el vínculo con el bebé. Esta combinación de bajas y subidas hormonales puede hacerte sentir confundida, inestable o completamente agotada.

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Cambios hormonales en la mujer después del parto

Tras dar a luz, el cuerpo inicia un proceso natural de reconfiguración hormonal. Aquí te explicamos las principales hormonas involucradas:

Estrógeno y progesterona

Descienden rápidamente en los primeros días. Esta caída puede contribuir a cambios de humor, tristeza y dificultad para dormir.

Prolactina

Aumenta para estimular la lactancia, pero también puede interferir con el ciclo menstrual y con otras hormonas como la dopamina.

Oxitocina

Se libera durante la lactancia y en el contacto piel con piel, ayudando a generar conexión emocional, pero también puede provocar sensibilidad emocional.

Cortisol

El estrés de la maternidad, la falta de sueño y los ajustes emocionales pueden elevarlo crónicamente, afectando el metabolismo y el sistema inmune.

Hormonas tiroideas

En algunas mujeres, se produce una disfunción llamada tiroiditis posparto, que puede manifestarse como cansancio extremo, pérdida de cabello o cambios de peso.

¿Cuándo vuelven las hormonas a la normalidad después del parto?

La respuesta no es la misma para todas. En términos generales, las hormonas pueden comenzar a estabilizarse entre las 6 y 12 semanas posparto. Sin embargo, si estás lactando, algunos niveles hormonales —como la prolactina y el estrógeno— permanecen alterados por más tiempo.

También influyen factores como tu nivel de descanso, tu alimentación, si tuviste parto vaginal o cesárea, tu carga emocional y si existe apoyo adecuado. Por eso es fundamental observar cómo te sientes y, si persisten síntomas intensos, considerar una evaluación funcional que ayude a identificar si hay un desequilibrio más allá de lo esperable.

¿Estás cansada de sentirte agotada, emocionalmente desbordada o confundida con tu cuerpo después del parto? 

Desde la medicina funcional podemos ayudarte a recuperar tu equilibrio hormonal y tu bienestar.

Descontrol hormonal después de una cesárea: lo que no siempre te explican

Dar a luz por cesárea es una experiencia en muchos casos necesaria. Sin embargo, lo que muchas mujeres no saben es que este tipo de parto puede generar un impacto hormonal distinto al del parto vaginal. No se trata de generar miedo, sino de informarte para que puedas entender mejor lo que estás sintiendo en tu cuerpo.

Después de una cesárea, el cuerpo atraviesa una cirugía mayor, y como en toda intervención quirúrgica, se activa una respuesta fisiológica de estrés e inflamación. Esto puede alterar la producción y regulación de ciertas hormonas claves en el posparto, como el cortisol, la insulina o incluso las hormonas tiroideas.

¿Por qué hay más riesgo de desequilibrio hormonal tras una cesárea?

Durante la cesárea, además del proceso quirúrgico, el cuerpo no recibe algunos de los estímulos hormonales que se producen durante un parto vaginal —como los picos naturales de oxitocina generados por las contracciones o el paso del bebé por el canal del parto—. Esto puede hacer que el ajuste hormonal sea más lento o más disruptivo.

Por otro lado, muchas madres experimentan más dificultades iniciales con la lactancia tras una cesárea, lo que impacta directamente los niveles de prolactina y oxitocina. Además, el dolor posoperatorio, el uso de analgésicos y la inmovilidad también pueden elevar los niveles de cortisol, generando un estado de “alerta crónica” que impide una correcta recuperación hormonal y emocional.

Señales de alerta de un descontrol hormonal tras cesárea

Si bien cada cuerpo es distinto, estas son algunas señales que pueden indicar que tu cuerpo necesita apoyo adicional para equilibrar sus hormonas tras una cesárea:

Ninguno de estos síntomas significa que estás fallando. Solo indican que tu cuerpo está pidiendo ayuda para volver al equilibrio, y existen formas funcionales de acompañarlo.

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Qué cambios hormonales ocurren durante el parto - Dra. Paola Sánchez

Desequilibrio hormonal y lactancia: cuando alimentar también te agota

La lactancia es un proceso biológico maravilloso y lleno de beneficios, tanto para el bebé como para la madre. Sin embargo, también es una etapa que demanda mucho del cuerpo, y esto incluye una serie de ajustes hormonales profundos que no siempre se hablan con claridad. Si te sientes agotada, hambrienta todo el tiempo o emocionalmente inestable mientras amamantas, es posible que estés atravesando un desequilibrio hormonal relacionado con esta función.

No significa que haya algo mal contigo. Significa que tu cuerpo está trabajando intensamente y, en ocasiones, necesita una mejor regulación o apoyo para mantener el equilibrio.

Hormonas que cambian durante la lactancia

Durante la lactancia, la hormona protagonista es la prolactina, responsable de la producción de leche. Para que esta función se mantenga, el cuerpo mantiene niveles elevados de prolactina y bajos de estrógeno, lo que puede alterar varios sistemas:

Todo esto forma parte de lo que muchas madres viven y no siempre saben nombrar: un desequilibrio hormonal durante la lactancia.

Hambre constante, ansiedad y altibajos: ¿es normal?

Una de las quejas más frecuentes en esta etapa es: “tengo hambre todo el tiempo y no puedo parar de picar”. Esto no es flojera ni ansiedad sin sentido. Tu cuerpo necesita una gran cantidad de energía para producir leche, reparar tejidos y cuidar a tu bebé. Si además duermes poco, tus niveles de cortisol se disparan, lo que aumenta el apetito y altera la regulación de insulina y leptina, las hormonas que controlan el hambre y la saciedad.

Cuando esta combinación se prolonga en el tiempo sin una nutrición adecuada ni soporte hormonal, es fácil caer en ciclos de fatiga, ansiedad y frustración.

¿Qué se puede hacer desde la medicina funcional?

La medicina funcional propone evaluar integralmente cómo están funcionando tus hormonas, tu metabolismo y tu estado emocional. Esto puede incluir pruebas específicas de tiroides, cortisol, insulina o perfil nutricional, pero también una escucha clínica profunda. Desde ahí, se puede personalizar un plan que no se base en restricciones, sino en devolverle a tu cuerpo lo que necesita para regularse.

Recuerda: amamantar no debería dejarte vacía. Si eso está ocurriendo, es hora de revisar cómo te estás sintiendo realmente y qué señales está dando tu cuerpo.

Las emociones también son hormonales: mente y posparto

Después de dar a luz, muchas mujeres experimentan emociones intensas, a veces inesperadas. Puedes sentirte feliz, sensible, abrumada o incluso triste, todo en un mismo día. Aunque estas reacciones suelen atribuirse a lo emocional o psicológico, la realidad es que tienen una base hormonal muy clara. Comprender esto no solo ayuda a eliminar la culpa, sino que también permite buscar el apoyo adecuado.

No estás exagerando: tus emociones tienen una causa biológica

Al bajar bruscamente los niveles de estrógeno y progesterona en los primeros días del posparto, se genera un vacío hormonal que afecta directamente a neurotransmisores como la serotonina, que regula el ánimo, y la dopamina, que influye en la motivación y el placer. Esta es una de las razones por las que algunas mujeres se sienten desconectadas, irritables o inexplicablemente tristes, incluso si están felices de tener a su bebé.

Además, las demandas de la lactancia, la falta de sueño, el cansancio físico y el estrés constante elevan el cortisol, lo que puede crear una sensación de alerta permanente o dificultad para relajarse. Todo esto forma parte de un cuadro que va más allá de lo psicológico: es un desequilibrio neuroendocrino.

¿Cómo saber si lo que sientes es parte del ajuste hormonal o algo más?

Sentir cierto nivel de inestabilidad emocional en las primeras semanas es normal. Pero si los síntomas se prolongan, se intensifican o interfieren con tu capacidad para cuidarte o cuidar a tu bebé, es importante buscar ayuda. Aquí algunos signos de alerta:

Estas manifestaciones pueden estar asociadas a un desajuste hormonal que requiere evaluación médica, y no deben ser ignoradas ni minimizadas.

Mente y cuerpo: un enfoque funcional para sanar

Desde la medicina funcional, la salud emocional no se separa de la salud física. Se analiza cómo interactúan tus hormonas, tus neurotransmisores, tu estado nutricional y tu entorno. Este enfoque permite diseñar intervenciones personalizadas que van desde ajustar la alimentación y los biorritmos, hasta recomendar terapia emocional o suplementación específica para apoyar tu recuperación.

Sanar no es solo cuidar tu cuerpo, también es entender tu mente. Y si tus hormonas están involucradas, se puede tratar, acompañar y mejorar.

El Método 4 PRO: un enfoque integral para sanar cuerpo y mente en el posparto

Cada mujer vive el posparto de forma distinta, y por eso no existe una única fórmula que funcione para todas. El Método 4 PRO, desarrollado por la Dra. Paola Sánchez, parte de esta premisa. Se trata de un enfoque funcional que aborda el bienestar femenino desde cuatro pilares fundamentales: hormonas, mente, nutrición y movimiento.

Este modelo permite analizar no solo qué te pasa, sino por qué te pasa, y qué se puede hacer para ayudarte a recuperar el equilibrio sin caer en tratamientos genéricos o restrictivos.

¿Por qué es diferente el enfoque del Método 4 PRO?

A diferencia de los tratamientos tradicionales que tienden a ver los síntomas de forma aislada, este método los interpreta dentro de un ecosistema. Es decir, si estás cansada, no se asume que es “normal” porque eres madre: se evalúa si hay un hipotiroidismo posparto, si tu cortisol está alterado, si estás durmiendo mal, o si tus niveles de hierro, vitamina D o B12 están bajos.

Además, se considera cómo está tu alimentación, tu estado emocional y tu capacidad de movimiento. Todo esto influye —y mucho— en tus hormonas.

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Pilar 1: Hormonas

Aquí se realiza una evaluación funcional personalizada, que puede incluir análisis de:

Este pilar busca entender el mapa hormonal de tu cuerpo para actuar sobre la causa y no solo sobre los síntomas.

Pilar 2: Mente

El eje mente-cuerpo es fundamental en el posparto. Se consideran:

Sanar tu salud emocional también es medicina.

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Pilar 3: Nutrición

La alimentación funcional en esta etapa no busca restringir, sino nutrir para reparar. Se trabaja con planes que:

Pilar 4: Movimiento

No se trata de volver al ejercicio intenso de inmediato, sino de reconectar con tu cuerpo:

El Método 4 PRO no es una dieta ni una rutina de ejercicios: es una forma de mirarte entera, con empatía, ciencia y personalización. Si sientes que tu cuerpo no está respondiendo como esperabas después del parto, este modelo puede ayudarte a recuperar tu bienestar desde la raíz.

Cuidar de ti también es cuidar a tu bebé | Podemos acompañarte

El posparto no debería vivirse con culpa, soledad ni resignación. Tu cuerpo ha atravesado un proceso inmenso y necesita tiempo, recursos y acompañamiento para volver al equilibrio. Si te sientes cansada, emocionalmente desbordada o si sientes que no estás “volviendo a ser tú”, no estás fallando: puede que tus hormonas estén hablando por ti.

Desde la medicina funcional, creemos firmemente que el bienestar de una madre no es un lujo, es una prioridad. Como profesionales, y también como mujeres que trabajamos con mujeres, sabemos que cuando tú te cuidas, todo cambia: tu salud mejora, tu energía regresa y tu vínculo con tu bebé se fortalece.

Por eso, desde el equipo multidisciplinario de Global Obesity Group, te invitamos a darte ese espacio que también mereces. Ya sea a través de una consulta, una guía educativa o simplemente escuchando tu cuerpo con más atención, dar el primer paso hacia tu bienestar es un acto de amor hacia ti… y hacia tu hijo.

Preguntas frecuentes sobre salud hormonal en el posparto

¿Qué son las hormonas post parto y por qué cambian tanto?

Las hormonas post parto son sustancias naturales que tu cuerpo produce para adaptarse a la etapa de recuperación después del nacimiento. Cambian de forma drástica para permitir la lactancia, facilitar la conexión emocional con el bebé y comenzar el retorno al equilibrio hormonal. El descenso de estrógeno y progesterona, junto al aumento de prolactina y oxitocina, son parte de este proceso. Cuando hay síntomas persistentes, es posible que esas hormonas post parto estén desequilibradas.

Uno de los aspectos más impactantes del nacimiento es justamente qué cambios hormonales ocurren durante el parto. Durante el trabajo de parto, el cuerpo libera grandes cantidades de oxitocina para facilitar las contracciones y también endorfinas para ayudar a manejar el dolor. Inmediatamente después del parto, hay una caída abrupta del estrógeno y la progesterona, mientras que la prolactina sube si hay lactancia. Estos cambios hormonales ocurren para iniciar la etapa posparto, pero pueden generar síntomas intensos si no se adaptan adecuadamente.

Los cambios hormonales en la mujer después del parto son naturales, pero pueden alterar su energía, estado de ánimo, metabolismo e incluso el sueño. El cuerpo pasa de un entorno hormonal de embarazo a uno completamente distinto en cuestión de días, lo que puede generar síntomas como ansiedad, fatiga extrema, depresión leve o dificultad para bajar de peso. Por eso es importante reconocer estos cambios hormonales en la mujer después del parto y tratarlos si no se resuelven por sí solos.

Muchas mujeres se preguntan cuándo vuelven las hormonas a la normalidad después del parto, y la respuesta varía. En general, algunas hormonas comienzan a estabilizarse entre la semana 6 y 12, pero factores como la lactancia, el tipo de parto, el descanso y el estado emocional pueden prolongar este ajuste. Si pasados 3 o 4 meses aún persisten síntomas intensos, puede que las hormonas no hayan vuelto a la normalidad después del parto y sea necesario hacer una evaluación funcional.

Sí, el descontrol hormonal después de una cesárea es más común de lo que se piensa. Al tratarse de una cirugía mayor, se genera una respuesta inflamatoria y de estrés que puede afectar hormonas como el cortisol y la tiroides. Además, la lactancia puede iniciar más lentamente y eso influye en la producción de prolactina. Por eso, muchas mujeres sienten que su cuerpo “no se acomoda” igual tras una cesárea. Si este descontrol hormonal después de una cesárea se prolonga, se recomienda consultar con un especialista.

El desequilibrio hormonal lactancia puede manifestarse como fatiga crónica, hambre excesiva, ansiedad o cambios de humor. Durante la lactancia, la prolactina se mantiene alta, y esto suprime otras hormonas como el estrógeno. Si a esto se suma estrés, falta de sueño o una mala alimentación, puede generarse un verdadero desequilibrio hormonal lactancia, que no solo afecta a la madre físicamente, sino también emocionalmente.

Después del parto, el cuerpo atraviesa un reajuste hormonal intenso. Disminuyen bruscamente los niveles de estrógeno y progesterona, que estuvieron elevados durante el embarazo, y aumentan otras como la prolactina (para la producción de leche) y la oxitocina (para favorecer el vínculo con el bebé). Además, puede haber alteraciones en cortisol, tiroides e insulina, especialmente si hay falta de sueño, estrés o mala alimentación. Estos cambios pueden provocar síntomas físicos y emocionales, que no deben ser ignorados si persisten.

El tiempo que tardan en regularse las hormonas después del parto depende de cada mujer. En términos generales, muchas mujeres experimentan una mejora hormonal entre las 6 y 12 semanas posparto. Sin embargo, si estás lactando, algunos niveles hormonales —como el estrógeno— permanecen suprimidos durante más tiempo. También influyen factores como el tipo de parto, el estado emocional, la nutrición y el descanso. Si los síntomas continúan más allá de los tres meses, puede ser útil una evaluación médica.

Una de las principales hormonas que se libera después del parto es la oxitocina, también conocida como la “hormona del amor”. Se produce en grandes cantidades para ayudar a contraer el útero, facilitar la expulsión de la placenta y favorecer el vínculo con el bebé. También se activa durante la lactancia, ya que se libera con la succión del pezón. Otras hormonas que se liberan tras el parto incluyen la prolactina (para la producción de leche) y, en algunos casos, niveles elevados de cortisol debido al estrés físico y emocional.

Cuando dejas de lactar, el cuerpo recibe la señal de que ya no necesita producir leche, por lo que los niveles de prolactina comienzan a descender. Esto permite el retorno de los ciclos menstruales normales y una mayor producción de estrógeno y progesterona. Algunas mujeres experimentan cambios emocionales durante este ajuste, debido a la reducción de oxitocina, que también se libera durante la lactancia. Además, si el destete es brusco, puede haber desequilibrios temporales hasta que el cuerpo se adapte completamente.

Los principales efectos hormonales de dejar de amamantar incluyen una reducción progresiva de la prolactina, lo cual permite que vuelvan los ciclos ovulatorios normales. También disminuye la oxitocina, lo que puede generar una leve tristeza o sensación de desconexión emocional temporal en algunas mujeres. A nivel físico, pueden presentarse cambios en el estado de ánimo, la libido, la retención de líquidos y el metabolismo. En general, si el proceso de destete se acompaña con autocuidado y seguimiento médico, estos cambios son transitorios y se autorregulan con el tiempo.

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